Innovación social en tiempos de COVID-19: una época sin grandes deseos, pero con muchas frustraciones

Columnista: Roberto Di Meglio

 

La crisis generada por el COVID-19 y sus trágicas consecuencias han puesto la dimensión social en el debate público, posicionando las necesidades colectivas en la búsqueda de un nuevo paradigma de desarrollo. Esas necesidades tienen que ver con la salud, con el trabajo, la educación y finalmente con el tema ambiental. Todo interrelacionado entre sí, como afirma la Agenda 2030 de Naciones Unidas, estas diversas dimensiones tienen todas que ver con el presente y el futuro de las personas y el planeta.

Situar la persona con sus necesidades al centro, creando nuevos puentes entre el mundo productivo, las instituciones y las necesidades al fin de enfrentar los acelerados cambios que la crisis actual trae, es crucial. Para integrar la dimensión social frente a la económica y a la tecnológica, necesitamos innovación.

Necesitamos innovación social, o sea la capacidad de transformar las dinámicas de relación entre instituciones, ámbito en el cual es preciso explorar maneras alternativas a las tradicionales. Necesitamos innovación social para crear nuevos bienes o servicios con significativo impacto social o nuevos procesos productivos que reducen costos y mejoran la calidad. Por ejemplo, a través de las empresas de la economía social y solidaria (ESS) que promueven un concepto de empresa diferente, desde una organización que apunta a la máxima ganancia a una organización que persigue sobre todo una finalidad social con el vínculo de ser económicamente viable.

El en caso de las empresas y organizaciones de la ESS el potencial transformador se focaliza en el nivel territorial, donde es necesario promover partenariados para impulsar esa función transformadora en las relaciones entre los actores que tienen el poder de incidir en los procesos locales.

Que es necesario poner en marcha para crear un ambiente favorable a la innovación social?

  • Abrirse a influencias externas;
  • Llenar lagunas existentes en las competencias con formación adecuada;
  • Conseguir recursos financieros;
  • Facilitar la transición digital.

El intercambio de metodologías y experiencias, en los diversos ámbitos, ofrece la posibilidad de conocer aprendizajes de otros y eventualmente adaptarlos a las características que cada entorno territorial ha de emprender siguiendo su vocación, cultura y patrimonio. En el ámbito de intercambios podemos mencionar las Academias sobre ESS que OIT organiza desde 2010 y sobre las cuales encuentran información en la plataforma de conocimiento compartido Cerebro Colectivode de la ESS.

La rápida transformación en el mundo del trabajo con los procesos de digitalización, las migraciones y la transición ecológica implican la necesidad de aprender a aprender para permitir a los trabajadores “moverse” en el mercado de trabajo. Para profundizar este tema sugiero revisar el documento La Economía Social y Solidaria y el Futuro del Trabajo, de la OIT.

Conseguir recursos financieros es obviamente una necesidad para todas esas empresas que quieran emprender una actividad productiva con o sin fines de lucro. Para estas últimas, muchas cosas están cambiando al fin de impulsar realidades, siempre más difusas, como son las organizaciones para la producción que no tienen como objetivo único la maximización de las ganancias. Hay una investigación de OIT, que incluye ocho casos país, relativa a Mecanismo Financieros para Ecosistemas Innovadores de la ESS, que puede dar alguna orientación al respecto.

Finalmente, con respecto a la transición digital, la pandemia ha acelerado el proceso de cambios, exasperando aspectos que van a transformar siempre más el mundo de trabajo. Abordar la transición digital rápidamente es un camino obligado para construir entornos territoriales donde empresas, ciudadanos e instituciones puedan dialogar mucho más y co-construir política públicas más inclusivas y sostenibles (ver The Future of Work in the Digital Economy, ILO, setiembre 2020).

 

 

Roberto Di Meglio

Especialista Senior en Desarrollo Local y Economía Social y Solidaria (ESS), OIT Ginebra